El Real Oviedo vence al Éibar (0-2) en Ipurúa gracias a los goles de Alemao y Sebas Moyano y consigue el pase a la final del playoff de ascenso a Primera División. El objetivo aún más cerca

Cuando acabó el partido de ida en el Carlos Tartiere (0-0), había un optimismo moderado entre la afición azul. Se había conseguido dejar seco a un rival tan goleador como el Éibar, pero tocaba ir a Ipurúa a rematar la faena, algo que iba a ser tremendamente complicado viendo lo fiable que era el equipo armero en su estadio. Pero este Real Oviedo tiene ese punto de épica y de magia que nunca antes se había visto y que ningún otro entrenador había conseguido. Contra todo pronóstico, el equipo de Luis Carrión asaltó Ipurúa con un partido excelso y consiguió el pase a la final del playoff de ascenso a Primera gracias a los goles de Alemao y Moyano en la segunda parte (0-2). El objetivo aún más cerca.

El ambiente en Ipurúa era espectacular. Medio millar de oviedistas acompañaron al equipo en busca de hacer historia. Había mucho en juego. El Éibar quería quitarse esa espinita que se le quedó clavada los dos años anteriores (Alavés 2023 y Girona 2022) y el Oviedo aterrizó en tierras eibarresas sabiendo que podían ganar al conjunto armero, pero había que ser pacientes. La oportunidad iba a acabar llegando. Carrión salió con su once gala. Es decir, un 4-2-3-1 con Jaime Seoane en la mediapunta y el resto lo esperado. Y el Éibar tres cuartos de lo mismo. Le dio continuidad al once sacado en el Tartiere con la única novedad de la titularidad de Álvaro Tejero en el lateral derecho.

Los primeros minutos fueron claramente de tanteo. El miedo a perder se instaló en la mente de los dos equipos y cada movimiento se tenía que estudiar bien para así poder evitar errores. Eso sí, el Oviedo arriesgó mucho más que el Éibar, mientras que los de Joseba Etxeberría apostaban por jugar en largo cuando veían dificultades. En el minuto 1o, llegó el primer acercamiento peligroso de los armeros. Entre Stoichkov, Aketxe, Soriano y Corpas nació la ocasión más clara para los locales. Sin embargo, Leo Román se hizo gigante y metió una mano tremenda para negarle el gol a Corpas. El Oviedo respiraba aliviado y la afición azul celebraba ese paradón como si fuera el gol del ascenso. El protagonismo era carbayón y Sebas Moyano estaba volviendo loca a una zaga armera que no sabía cómo frenar al extremo cordobés. El ’17’ tenía ganas de fiesta. La buena noticia para el Éibar es que Joseba Etxeberría supo detectar esas lagunas a tiempo y antes del descanso subió un punto más en la intensidad. El Oviedo empezó a tener algunos problemas en la salida de balón y no estaba pudiendo ser tan punzante y directo en el juego ofensivo.

Ese tramo de dudas duró poco. Pasada la media hora, el Oviedo volvió a crecer con balón, mientras que Galech Apezteguia estaba a lo suyo. Amarilla a Seoane por una falta rigurosa y falta sin más cuando los jugadores del Éibar entraban con todo. Un doble rasero algo extraño por parte del colegiado navarro. Tocaba seguir. En 10 minutos, el Oviedo pisó más área rival que en 35. Los azules buscaron el primer gol antes del descanso, pero Alemao no estaba fino a la hora de buscar el remate. El brasileño llegaba un pelín pasado al área pequeña. Mientras tanto, a Borja Sánchez se le veía tocado por la cantidad de faltas sin tarjeta que le estaban haciendo. Incomprensible. Arbilla, Matheus y Nolaskoain se podrían haber ido al descanso amonestados. Y perfectamente.

Tras el paso por vestuarios, no hubo novedades en ninguno de los dos equipos. Borja Sánchez saltó al césped, pero a los siete minutos de la reanudación, El Mago del Requexón y Pomares se fueron al banquillo. Paulino y Bretones entraron en su lugar. Estaba claro qué es lo que quería Carrión. Un punto más de lucidez en ataque. Poco después de esa doble modificación, el Éibar dispuso de una falta peligrosísima en la frontal. Aketxe cogió la responsabilidad y disparó con violencia a puerta. Leo Román estuvo atento y despejó de puños el zapatazo del talentoso mediapunta armero. El Oviedo volvía a respirar. No obstante, en la siguiente jugada llegó el premio carbayón. El Oviedo salió por la izquierda, Dani Calvo levantó la cabeza y se la cedió a Abel Bretones. El langreano avanzó sin oposición por dicha banda y poco antes de llegar al vértice del área, le puso un caramelo perfecto a un Alemao que remató con picardía. Balón picado al suelo, bote endiablado y para la jaula. 0-1 y la esquina oviedista se volvió absolutamente loca.

El resultado no le valía al Éibar y trató de reaccionar rápido. Pero los defensas (sobre todo Luengo) del Oviedo estaban a un nivel brutal. Lo cortaban absolutamente todo y el tiempo se le empezó a acabar al Éibar. A falta de 20 minutos para el final, Joseba Etxeberría sacó su artillería pesada. Sergio León al campo y sistema con dos delanteros. Los armeros necesitaba un gol para llevar el partido a la prórroga. El siguiente en entrar fue Borja Bastón por un Alemao que había cuajado un gran partido.

Y el ‘9’ azul fue determinante en la siguiente jugada. Tres minutos después, estuvo atento para recoger una pérdida de balón de Arbilla, levantar la cabeza y meterle un pase perfecto a un Sebas Moyano que definió de maravilla para hacer el 0-2 y dejar la eliminatoria encarrilada a falta de doce minutos más el descuento. Muy mal se le tenía que dar al Oviedo para desaprovechar una renta de dos goles a su favor. Se desató la locura en la grada visitante y se empezaron a escuchar los cánticos de: «Que sí, joder, que vamos a ascender». El oviedismo estaba en una nube. Estaban un paso más cerca del objetivo.

Los minutos finales transcurrieron sin demasiadas novedades. El Éibar bajó los brazos definitivamente. Se añadieron seis, pero el partido estaba ya definido. La zaga azul resistió hasta el final. Nada ni nadie les iba a dejar sin la ansiada final del playoff por el ascenso a Primera División. Galech Apezteguia pitó y se desató el éxtasis azul en la grada. El Real Oviedo disputará la final y está a tan solo dos partidos de regresar a Primera División 23 años después. Se dice pronto.

Ficha técnica:

SD Eibar: Luca Zidane; Tejero (Qasmi, min 80), Berrocal, Arbilla, Cristian; Nolaskoain (Sergio Álvarez, min 71), Matheus; Corpas (Konrad, min 62), Aketxe (Sergio León, min 71), Soriano; Stoichkov.

Real Oviedo: Leo Román; Viti, Luengo, Dani Calvo, Pomares (Abel Bretones, min 52); Luismi, Seoane (Homenchenko min 87), Colombatto; Sebas Moyano (Dubasin, min 87), Borja Sánchez (Paulino, min 52) y Alemao (Borja Bastón, min 76).

Goles: 0-1 Alemao (min 59); 0-2 Sebas Moyano (min 79)

Árbitro: Galech Azpeteguía, comité navarro. Amonestó a los locales Aketxe (min 58), Qasmi (min 82), Matheus (min 90+2) y a los visitantes Seoane (min 31), Abel Bretones (min 87)

Incidencias: Estadio Ipurúa (Éibar). 7.732 espectadores, más de 500 oviedistas.